Cinco consejos financieros que todo emprendedor debe conocer

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Con más de 23 años de experiencia en el sector económico, el colombiano Eduardo Moreno ofrece consultoría, enseñanza y estructuración de portafolios de inversión para alcanzar la solidez financiera. Tome nota de sus recomendaciones.                                         

Dos factores son determinantes en un emprendimiento: comenzar y lograr mantenerse, transversal a ellos están las finanzas. ¿Es bueno o no buscar fuentes de financiación? ¿Cómo saber si una idea será exitosa? ¿Cuánto capital invertir? ¿Cómo mantenerse creativo en el proceso? son algunas de las preguntas que surgen en el momento de la planeación, el éxito está en las respuestas.

Para ello, existen aliados como el economista Eduardo Moreno, quien durante los últimos 23 años se ha dedicado a realizar inversiones bursátiles de corto y largo plazo en Bolsas de América y Europa, ha llevado a cabo la estructuración y ejecución de negocios digitales, la reingeniería corporativa para incrementar ventas y acceder a nuevos mercados, así como el acompañamiento en la búsqueda de financiación a través de inversionistas, fondos y entidades bancarias internacionales.

Moreno define las finanzas como el arte de generar y administrar riqueza, y su labor consiste precisamente en ayudar a las personas a través de consultoría, enseñanza y estructuración de portafolios de inversión para asegurar que su vida personal, familiar y empresarial se mantenga sólida desde una perspectiva financiera. Estas son cinco de sus recomendaciones para emprendedores:

  • No limite su idea por presupuesto. Para que un negocio sea exitoso, el proceso creativo debe salirse de los límites y una buena forma de lograrlo es pensar como si no existieran problemas de dinero, sino más bien enfocarse en qué le gustaría hacer y cómo lo haría si contara con todas las herramientas, a partir de ahí suelta la imaginación y comienza a crear.

    Una vez se tiene la idea, por descabellada que parezca, empieza a aterrizarla: esto es lo que haría, esta es mi realidad, cuento con este capital, dispongo de este tiempo y acomoda esa gran idea a las circunstancias actuales.

    • Sáquese de la cabeza que no tiene buenas ideas. Cuando una persona decide emprender, cada momento de la vida es un espacio que se le presenta para identificar oportunidades de negocio, aquí lo importante es estar alerta con los cinco sentidos: en el gimnasio, caminando, mientras ve redes sociales, en una charla con los amigos; y cada vez que le surja una idea anótela y luego cuando esté en un momento de calma recurra a esos apuntes porque de seguro algo muy bueno saldrá.

    En este punto el emprendimiento se asemeja a la música, las canciones son retazos de vivencias, experiencias, conversaciones o momentos que marcaron la vida del artista o de alguien cercano, y es la suma de esos retazos la que logra grandiosos resultados porque la gente termina sintiéndose identificada.

    • Empiece con un piloto. En vez de hacer algo muy grande desde el comienzo, realice una pequeña versión del proyecto donde invierta en el producto o servicio, fíjese en los detalles e intente hacerlo lo más perfecto posible, aquí no importa si le deja mucho dinero o no, lo importante es que funcione y para ello, las inversiones deben ir encaminadas a ese objetivo, debe ponerse a consideración del público y de los consumidores y hacer la respectiva retroalimentación.

    Una vez logre que el piloto funcione le va a resultar muy sencillo levantar capital. Recuerde que nadie financia una idea porque el mundo está lleno de buenas ideas que nunca se ejecutaron. Por lo tanto, no es lo mismo decir “tengo una buena idea” que lograr demostrar que un negocio es sostenible y sobre todo escalable, que se puede replicar fácilmente.

    • No dude en buscar ayuda. Parte del éxito de un emprendedor está en que se rodee de personas que hayan tenido buenos resultados financieros en sus negocios porque sus enseñanzas le van a dar lecciones valiosas que más adelante le evitarán quemar dinero, es decir, gastar recursos cometiendo los mismos errores que otros cometieron anteriormente y esto se logra aplicando el arte de imitar a los que lo han hecho mejor que uno.
    • Está bien buscar fuentes de financiación. Es necesario que se rompa el paradigma clásico del empresario colombiano de ser el dueño completo de su negocio. Hacerlo con recursos propios desde el comienzo es muy complicado y limitado, vale la pena aliarse con aquellos que tengan la fuerza que uno no tiene.

    Para ello es necesario demostrar que el proyecto funciona aunque no sea un negocio millonario, pero significa que con capital y equipo es posible llegar a ser muy grande. Entre más calidad de inversionista se quiera, más escalable debe ser el negocio.